Vale, lo confieso: soy un hacha programando. Puedo pasarme horas picando código sin despeinarme, creando algoritmos que harían llorar de emoción a un robot. Pero cuando se trata de escribir… digamos que no es mi fuerte. Por eso, este artículo va a ser un poco diferente. Voy a intentar transmitiros mis experiencias como programador novato de videojuegos en 3D, pero con un lenguaje más de andar por casa, ¿vale?
Lo primero es lo primero: el salto a las tres dimensiones. Madre mía, qué cambio. Yo estaba tan tranquilo en mi mundo de 2D, con mis sprites, mis fondos planos… y de repente, ¡zas! Coordenadas XYZ, rotaciones, cámaras… Me sentí como si me hubieran teletransportado a otro planeta.
Pero bueno, uno no se rinde a la primera de cambio, ¿no? Así que me puse manos a la obra. Empecé a trastear con tutoriales, a leer foros, a preguntar a otros desarrolladores… Y poco a poco, fui entendiendo la lógica detrás de todo ese lío de coordenadas.
Eso sí, no os voy a engañar: hubo momentos de frustración. Recuerdo una vez que me tiré horas intentando que mi personaje se moviera correctamente por el escenario. Daba un paso adelante, dos atrás, giraba sobre sí mismo como un trompo… ¡Parecía que estaba poseído! Al final, resultó que había un error tonto en el código, pero me costó lo mío encontrarlo.
Y hablando de errores, no puedo dejar de mencionar el tema del modelado de personajes. A ver, yo soy programador, no artista. Mis habilidades con el 3D se limitan a hacer cubos y esferas. Así que cuando me tocó crear los personajes para mi juego… ¡menudo desastre! Parecían sacados de una película de terror de los años 80.
Por suerte, descubrí que Unreal Engine tiene una tienda de activos con un montón de modelos gratuitos. ¡Me salvó la vida! Pude encontrar personajes chulos, escenarios detallados, efectos especiales… Y lo mejor de todo: ¡sin tener que gastarme un duro!
En fin, que el camino del programador de videojuegos no es fácil, pero tampoco imposible. Si os gusta el mundillo y tenéis paciencia, os animo a que os lancéis a la aventura. Y si os atascáis en algo, no dudéis en pedir ayuda a la comunidad. ¡Siempre hay alguien dispuesto a echar una mano!
Ah, y si tenéis algún consejo para un novato como yo, ¡soy todo oídos! Dejad vuestros comentarios y compartid vuestras experiencias. ¡Entre todos podemos aprender un montón!